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¿Qué leer?

Decidir, cuando las opciones son casi ilimitadas, puede ser abrumador; pero si se trata de leer, lo definitivo es que hay que hacerlo. La lectura es maravillosa en diversos niveles, te ofrece, principalmente, conocimiento, porque permite echar un vistazo a través del tiempo y el espacio. De esta manera se tiene acceso a ideas, aprendizajes y experiencias ajenas, lo cuál trae como consecuencia una ampliación de los horizontes personales. Pero escribir es algo que la humanidad ha estado haciendo por más de cuatro mil años, así que la cuestión es: ¿Qué leer?

Existen dos grandes categorías en cuanto a la escritura se refiere: Ficción y No Ficción. Es la manera más sencilla de dividirlos para su subsecuente organización por géneros. Dentro de la No Ficción encontramos textos periodísticos, académicos, científicos, legislativos o históricos entre otros, y son muy valiosos e importantes, por algo leerlos es parte de nuestra responsabilidad cívica. Por otro lado, la Ficción es… un extraño fenómeno, y es en esta categoría que enfocaremos nuestra pregunta.

Invariablemente, cualquier texto de ficción requiere el componente de la imaginación, ahí es dónde nacen las personas que nunca existieron y los sucesos que jamás ocurrieron, pero por mucho que se enfatice la naturaleza ilimitada de la imaginación, el basto de su verdadero potencial reside en la inmensa cantidad de mentes que la han ejercitado. Cada escritor nos abre una ventana a su universo personal, y es cuando damos un paso atrás que entre esta tremenda colección de universos empiezan a surgir ciertos patrones, temas compartidos. Aventura por ejemplo, Misterio, Romance; esos grandes temas son los géneros literarios, la guía más general para elegir tu próxima novela.

Porque así como cada autor tiende a orbitar al rededor de los temas que lo cautivan, cómo lectores hacemos lo mismo. La Ciencia Ficción es un paraíso para las mentes inquietas que no dejan de preguntarse que clase de vida aguarda en el futuro. La Ficción Histórica llama a quienes sueñan despiertos con heroes del pasado, mientras que el Horror espera por aquellos que saben disfrutar de una buena pesadilla. Ese es el encanto de leer Ficción, es más sobre quiénes somos cada uno.

Obviamente, esta no es la única manera de decidir qué leer. Puedes intentar con algo cuya portada te llamó la atención; alguien trabajó para lograr precisamente eso. Cualquier recomendación de un amigo es buena, ellos te conocen. Es más, hasta se vale, y muy bien, agarrar el libro que te quede más a la mano. Quién sabe, quizá encuentres una joya olvidada. Y si no es así, tampoco esta mal abandonarlo. El tiempo que tendrías que gastar en terminar una novela que simplemente no te atrapa, sin contar la dedicación necesaria, estaría mucho mejor invertido leyendo otras tantas cosas. A los autores cuyos nombres sigues captando en conversaciones, dales dos o tres oportunidades; ten en cuenta que no todas sus obras pueden ser sus mejores obras. También es sabio no apresurar esas oportunidades, tal vez ese libro /aún/ no era para ti.

Lo importante es que no hay que tener miedo de leer lo que uno desea. Después de todo (y como adelanto de la siguiente entrada), en palabras de Oscar Wilde, o puede que de Charles F. Potter: «Es aquello que leés cuando no tienes porqué hacerlo lo que determina lo que serás cuando no puedas evitarlo.»