Lucien Petit-Breton lo tiene todo para complacer a los conocedores del ciclísmo. Primero: no se llamaba Petit-Breton; segundo, no es muy conocido a pesar de que su nombre artístico suena tan bien y de haber sido el primero en ganar dos Tours de Francia seguidos. Tal vez por eso, esta es la mejor manerapara acercarse lo más posible a él: una novela. El libro de David Guénel es el fruto de una meticulosa apnea en los archivos en donde no ha descuidado ningún material. Se sumergió en los recortes de prensa, por supuesto, pero también habló con los descendientes y examinó la correspondencia de Lucien Petit-Breton y las decenas de fotografías que dejó.